jueves, 26 de febrero de 2009

EL EXPRESIONISMO

UNIVERSIDAD CRISTIANA LATINOAMERICANA
ESCUELA DE COMUNICACIONES
APRECIACION CINEMATOGRÁFICA
SEPTIMO SEMESTRE
VERÓNICA ARANDI
EL EXPRESIONISMO:
Concepto:
El Expresionismo es una, corriente artística que buscaba la expresión de los sentimientos y las emociones del autor, más que la representación de la realidad objetiva.
Antecedentes:
El movimiento expresionista apareció en los últimos años del siglo XIX y primeros del XX como reacción frente a los modelos que habían prevalecido en Europa desde el Renacimiento.
• El artista expresionista trató de representar la experiencia emocional en su forma más completa, sin preocuparse de la realidad externa sino de su naturaleza interna y de las emociones que despierta en el observador. Para lograrlo, los temas se exageran y se distorsionan con el fin de intensificar la comunicación artística.
El expresionismo en el cine
Con la aparición de la película El gabinete del doctor Caligari, en 1919, Robert Wiene se convirtió en uno de los primeros directores que introducía elementos claramente expresionistas en el cine. En este medio se llega al simbolismo a través de los decorados, las luces, el vestuario y la interpretación de los personajes, elementos que aspiraban a mostrar a través de la gran pantalla una óptica deformada de la realidad. En un principio, el cine mudo alemán estuvo plenamente vinculado al expresionismo con directores como Fritz Lang, Friedrich Murnau, Paul Leni y Paul Wegener, entre otros. Algunas de las obras más representativas de este período fueron: Nosferatu, Metrópolis, Las tres luces, El último ("Der Letzte Mann", también conocido como La última carcajada), y El testamento del Dr. Mabuse. La desmesura iba asociada a un tipo de cine de terror y fantástico, lo que condicionó su desarrollo. Algunas obras posteriores se realizaron en la etapa del cine sonoro, por ejemplo, M, el vampiro de Düsseldorf, otra película de Fritz Lang. No obstante, en la cinematografía más moderna, sus representantes más significativos como Orson Welles y Andrzej Wajda incorporaron una estética mucho más madura y alejada del exceso de teatralismo.
En España, pueden encontrarse algunas películas influenciadas por varios de estos directores, aunque muy pocas de ellas alcanzaron el éxito. Especialmente singular es la aportación del madrileño Edgar Neville con su película La torre de los siete jorobados, donde se contó con un equipo de decoradores alemanes que trabajaron en algunas películas expresionistas.
El cine expresionista alemán constituye uno de los momentos fundamentales en la historia del film de arte. El Gabinete del Doctor Caligari (1919), de Robert Wiene (tres imágenes de este film se muestran arriba); Nosferatu (1922) de F.W. Murnau; o Metrópolis (1926), de Fritz Lang, constituyen sus principales faros. En esta nueva palpitación de Cine y trascendencia de Temakel, Martín Matus, miembro de la Carrera de Composición con medios electroacústicos de la Universidad de Quilmes, Argentina, nos sumerge en una amplia y sólida introducción al mundo de la imagen cinematográfica expresionista. Sobre el final, encontrarán el listado de los principales films de esta corriente, junto con la recomendación de las obras de Sigfried Kracauer y Lotte Eisner, históricos trabajos de análisis de índole estética, filosófica y sociológica sobre el expresionismo en el cine. Y, también, finalmente, se sugieren sitios en la red para una ampliación de las fuentes antes mencionadas.
Cine expresionista como una de las corrientes más importantes de:
La producción fílmica alemana en el período inmediato al fin de la Primer Guerra Mundial, más exactamente de 1919 a 1926. Sin embargo, veremos que esta definición es un tanto simplista, y que dentro de este rótulo son ubicados muy frecuentemente una variedad de películas y creadores, en algunos casos, aparentemente muy disímiles. Este trabajo intentará encontrar algunas claves, relacionadas a la recurrencia de algunos aspectos estéticos, de las temáticas o los significados, como también del duro contexto que atravesaba Alemania en esa época, que ayuden a comprender la identidad del cine expresionista y su coherencia.
Contexto histórico:
Luego de la declaración del fin de las hostilidades de la Primera Guerra Mundial, el kaiser Guillermo II abdica y huye hacia Holanda (octubre de 1918). Se deshace el gobierno imperial y es proclamada la República alemana, cuyo nuevo gobierno es el "Consejo de comisarios del pueblo".
La Liga de los Espartaquistas (grupo social-demócrata) propugna por un régimen de tipo soviético, es decir la instauración de una dictadura del proletariado. En enero de 1919 se produce un levantamiento espartaquista en Berlín, que se extiende a Baviera, Hamburgo y otras ciudades. La represión de este movimiento es asumida por fuerzas del ejército y grupos nacionalistas al mando de Noske, y entre sus consecuencias se cuentan los asesinatos de los dirigentes espartaquistas Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht a manos de estos grupos de derecha.
En febrero de 1919 Friedrich Ebert es electo presidente de la República de Weimar por la Asamblea Nacional. Este nuevo gobierno sufre diversas adversidades: la hostilidad de la burguesía nacionalista, los grandes industriales, y el ejército (que va politizándose progresivamente). Se dan incidentes violentos llevados a cabo por grupos de extrema derecha. En 1920 fracasa un golpe de estado derechista y en 1923 otro encabezado por Hitler. A todo esto se suma la grave situación económica de ese período (niveles altísimos de inflación, con el hambre y la desocupación subsecuentes) que alcanza su peor momento en 1922, y que recién comenzará a estabilizarse hacia fines de 1923.

El expresionismo
En torno a ese núcleo que es la experiencia de los alemanes de la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias, surgirá el movimiento cultural más importante de Alemania de esa época: el expresionismo. Si bien el campo artístico más conocido sea la de la pintura, podemos encontrarlo también en literatura, música, arquitectura, teatro y, por supuesto, cine. Su principal característica consiste en el intento de representación opuesta al naturalismo y la observación objetiva de los hechos y sucesos externos, haciendo énfasis en lo subjetivo. Para el artista expresionista lo importante es su visión interna, que se extiende a aquello que se intenta representar deformándolo, intentando encontrar su esencia. Algunas de sus principales preocupaciones se plasmaban en críticas al materialismo dominante en la sociedad de la época, a la vida urbana y en visiones apocalípticas sobre el colapso de la civilización, a veces cargados de contenido político revolucionario.
En pintura, el expresionismo fue el movimiento de vanguardia contrapuesto al arte naturalista que guió la producción artística europea durante más de cuatro siglos, y que llego a su apogeo con el impresionismo. La deformación expresionista se podía dar de diversas maneras: distorsionando la forma, el color, o el espacio mediante el uso no tradicional de la perspectiva. Encontrando antecedentes hacia fines del siglo XIX en Van Gogh, Gaugin y Munch, los grupos expresionistas más importantes en Alemania fueron Die Brucke (1905-1913), y Der Blaue Reiter (1911-1914) cuya dirección se orienta hacia la abstracción.
En las letras, de manera análoga a la pintura, lo importante no es la descripción o narración exacta de los hechos, sino sus significados interiores. Sus principales antecedentes son, hacia fines del siglo XIX, el alemán Franz Wedekind y el sueco August Strindberg. Sin embargo, la primer obra expresionista es Der Bettler (El mendigo) de Reinhard Sorge, escrita en 1912 (puesta en escena recién en 1917 por Max Reinhardt). Otros escritores fueron Georg Kaiser, Ernst Toller, y los poetas Ernst Stadler y Georg Trakl.
La arquitectura expresionista tuvo entre algunos de sus creadores a Erich Mendelsohn y Hanz Poelzig, quien en 1919 costruyó el Grosses Schauspielhaus (Gran Teatro) en dónde Reinhart presentó obras. Incluso en música se habla (más bien por extensión de las otras artes) de expresionismo, haciendo referencia a la segunda escuela de Viena, formada por los compositores Arnold Schoenberg, Alban Berg y Anton Webern. Sin embargo, la influencia más decisiva para el cine expresionista es el teatro alemán de la época, cuya figura principal fue Max Reinhardt.
Max Reinhardt fue uno de los más importantes innovadores del teatro, y su obra estuvo en primer plano principalmente entre los años 1907 y 1919, año en el cual adquiere mayor importancia el teatro constructivista de Erwin Piscator. Reinhardt alrededor del año 1905 adquirió el Deustches Theater y lo reconstituyó, modificando completamente el diseño escénico. Por esa época creo el Kammerspiele (representación de cámara), un nuevo concepto caracterizado por la intimidad del ambiente en el que se realizaba la representación, para una audiencia reducida. Si bien (como se encarga enfáticamente de aclarar Eisner) el teatro de Reinhardt no era expresionista, algunos de los aspectos estéticos más importantes del cine expresionista, como por ejemplo el uso de la luz, son consecuencia directa de la influencia ejercida por él.
Temáticas:
Para considerar los temas habituales de los films expresionistas tenemos que tener presente la difícil situación que atravesaba Alemania en esa época, y la manera en que este sentimiento de desesperanza, angustia y miedo fue reflejado en el arte, como hemos visto al principio. Lo sobrenatural, lo fantástico, lo desconocido y lo siniestro pueblan las películas bajo distintas formas para darle sentido a lo que Eisner define como "la doctrina apocalíptica del expresionismo" . Desde la peste en Nosferatu (y más tarde en Fausto), hasta la inundación de Metrópolis, el tema del fin del mundo sobrevuela las películas como un fantasma, más o menos explícito, fruto del pesimismo alemán frente al futuro. El cine expresionista plasmó esto en gran medida tomando como fuente de inspiración a la tradición literaria romántica, encabezada por Goethe y Hoffman, y muchos de sus temas, imágenes y símbolos.
Uno de los principales temas que analiza Kracauer en su obra es el de la tiranía. Según su interpretación en las películas expresionistas se puede rastrear de manera inequívoca la necesidad del pueblo alemán de la dominación tiránica (y como demuestra la historia no es tan descabellada su tesis). Esta era el único camino viable frente a la alternativa del caos anárquico de la libertad gobernada por el instinto. El tirano que por y para la concreción de su poder comete actos de violencia y crímenes y que, teniendo precedentes en Homunculus, podemos encontrar en la figura de Caligari, ordenando según su voluntad a Cesare asesinar a sangre fría, en el rabino Loew manipulando al golem, en Nosferatu, en Mabuse, y dentro de El hombre de las figuras de cera, en sus personajes Iván el terrible, Jack el destripador y Harún-al-Rashid. Puede ponerse en relación con esto el tema la lucha entre padre e hijo, y del conflicto generacional. También el de la figura del monstruo (el ser antinatural o artificial), ya sea tirano o dominado: la encontramos en el Golem, en Cesare, en Nosferatu, en Futura.
El doble será otro de los temas recurrentes. Ya en El estudiante de Praga de 1913 como consecuencia de un pacto con el diablo, la imagen en el espejo del protagonista toma independencia de él, convirtiéndose en su enemiga. También en la precursora, aunque realista, El otro de 1913 está en primer plano el tema del doble. Caligari es por otra parte un respetable médico y Nosferatu es el Conde Orlock, un "burgués" que mediante un intermediario desea adquirir un terreno. Futura, la robot de Metrópolis, es el doble de la abnegada Maria.
Metrópolis es una de las obras que representa más claramente un punto de inflexión dentro del cine alemán (arriba dos imágenes del famoso film). Teniendo aún elementos estéticos que Lang sigue tomando del expresionismo, vemos que otros temas empiezan a ser más relevantes, como la ciudad corrupta (y corruptora), lo social y la lucha de clases (aunque sea de manera un tanto exagerada), y en menor medida la ciencia.
Conclusiones
No tanto como testimonio directo de una de las naciones protagonistas de una de las épocas que marcarían decisivamente la historia, sino como un prolífico campo en donde nacerían obras de arte de manos de genuinos artistas. Artistas entre los cuales sobresalen las figuras de F. W. Murnau, cuya breve carrera continuará con el traslado a Hollywood en 1926 y culminará con su muerte en 1933, y F. Lang, quien en cambio, atravesará los grandes cambios estéticos y técnicos cinematográficos hasta 1976.

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